TRAMO 2 - ULTIMA NOCHE EN SALTA.

SALTA – PASEO DE LOS POETAS

Abrir la puerta de una casa de familia, y encontrar una sala de ensayo, en la habitación principal. Eso ocurre en la casa de los Jorge. Ahí viven, con sus padres, Emilio, Agustín y Martín. Estos tres hermanos, que no pasan de los 15 años, son los Gauchos de Acero. Un trío de metal que suena muy fuerte con lo que tienen.



Los Gauchos de Acero vieron el éxito de atrás para adelante: a principios de 2007, grabaron unos videitos en su pieza, junto a sus camas marineras, con instrumentos precarios y los subieron a YouTube.com (versiones de Pantera, Iron Maiden, Vox Dei…). Rápidamente se convirtieron en estrellas ciberespaciales. Su frescura y su potencia infantil para hacer metal, les dieron renombre: aparecieron en los diarios, fueron invitados a participar en programas de TV porteños y hasta llegaron a Cosquín Rock.

Mientras fueron mejorando. A pasos de gigante. Lo pudieron disfrutar quienes se acercaron al Paseo de los Poetas. Agustín dándole a la bata con un falso doble bombo encantador, Martín concentrado en su bajo que le lleva unos cuantos centímetros de altura, y Emilio, un verdadero rockero con mucho futuro. Hicieron un tema de Pappo en combinación con DJ Buey en las bandejas y dejaron el escenario humeante para que Daleduro, Tremor y Villa Diamante hicieran bailar a los que se quedaron hasta bien entrada la noche. El cierre fue de Buey a velocidad crucero drumandbassera.

FLASH:
El momento exacto en que un maestro del kung fu del borracho hacía playback etílico & perfecto de “Bridges & Ballons” (de Joanna Newsom), convocando al ligero viento que siguió soplando toda la noche. ¿La habría escuchado antes?

BONUS TRACK:
La cena siguió en el Escenario de Juan Balderrama, un lugar histórico de la noche folklórica salteña. Algo así como la Madre de las Peñas. Locro y vino, y los distintos cuadros de Sebastián y los chicos de Alma Folklórica: tinku, morenada, carnavalito… Hasta nos sacaron de las mesas y nos pusieron en un espiral tribal y callejero. Embriagador!!

Con amigonuevo aceptamos una invitación de Mara (13 años), joven profesora de ballet. Fuimos a su casa en extrarradio salteño y fuimos testigos de una tertulia: entre el sincretismo y la dedicación de dos generaciones de bailarines folklóricos que con alma (claro) y sobre todo con el cuerpo, viven los bailes que la profesora Laura Camaño les viene enseñando desde niños. Un patio engalanado con globos. Una imagen de la Virgen de Urkipiña.



“Me corre por las venas”, explicó uno de los bailarines, dando una carnal sensación de lo que es la danza para ellos.

La noche rodó su curso… calle Balcarce… El Zumba… El ascensor.